miércoles, 28 de marzo de 2007

Teoría del conocimiento público

Al igual que existe librecambio de bienes y servicios, países con acuerdos contractuales multilaterales o incluso naciones que comparten una moneda común, parece obvio que, según la teoría del conocimiento, el siguiente paso debería ser el librecambio de ideas entre países.
El gasto en I+D de gran parte de los gobiernos está por debajo del 2%. De hecho, en la mayoría este gasto es irrisorio o inexistente. Pues bien, si juntamos el gasto de todos los países, o por lo menos el de aquellos que quisieran adscribirse, está claro que será mayor que el de cada uno por separado. Es decir, si varios países unen sus esfuerzos en investigación, todos se podrían beneficiar de los descubrimientos que, por sí solos, jamás podrían haber gozado por falta de presupuesto.
Esta unión sería similar a una cooperativa, en el sentido de que no importa cuánto aporte cada uno, pues el beneficio es disfrutado por todos por igual. Aquí la pregunta es sencilla, ¿por qué yo, un país rico que invierto 100 en I+D voy a cooperar con otro pobre que sólo aporta 10?; la respuesta es obvia, porque juntos disfrutáis de 110. No es que cada uno disfrute de 55, sino que ambos gozan del 110 en su totalidad, ya que una idea, una vez producida, es un bien público, pues su disfrute por parte de un individuo no exhime al resto de poder disfrutarlo también.
De hecho, y puestos a especular, estos acuerdos podrían funcionar de la siguiente manera: dos países (A y B) tienen un acuerdo bilateral para la libre circulación de ideas. Si un tercer país (C)quiere realizar otro acuerdo bilateral similar con alguno de los dos primeros (por ejemplo, con A), estará obligado a realizar también librecambio con el otro país (es decir, con B). De este modo, la red de librecambio que se teje pronto cobra una magnitud más que interesante.
Otra posibilidad que plantea el librecambio de ideas sería la de las donaciones: en vez de ayudar a un país con una cantidad monetaria, ¿por qué no hacerlo con una cantidad de tecnología, ideas, etc? Muy probablemente estas últimas serán mejor utilizadas y distribuidas que la primera.
Y al igual que hablo de donaciones, también puedo hablar de subrogaciones. Imaginemos un país que debe una cantidad de deuda pública, pues una forma de pagar a sus deudores podría ser la de entregar una cantidad de patentes o ideas propias de dicho país para que ellos también puedan explotarlas.

Comunicación para el desarrollo


*Este artículo ha sido recogido del número 311 de la revista Muy interesante.

La variabilidad climática acrecienta la vulnerabilidad social en buen parte del continente africano que lucha por la supervivencia.
El periodista y escritor ugandés Patrick Luganda, presidente de la Red de Periodistas Climáticos del Gran Cuerno de África, inauguró una nueva edición del Máster en Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Sus reflexiones acerca de cómo la variabilidad climática acrecienta la vulnerabilidad social en buena parte del continente africano fueron un acicate para contemplar los problemas del mundo con una óptica muy diferente a la que estamos normalmente acostumbrados. Luganda argumenta que, gracias a la comunicación científica, se ha conseguido mejorar la información y educación de amplias capas de la población africana, marcando una diferencia esencial a favor de la supervivencia.
La fuerte relación que existe entre el clima, la salud y los recursos agrícolas ha enseñado a las poblaciones indígenas a conservar e intentar incrementar el tesoro silencioso de sus conocimientos, en buena parte heredado de forma tradicional, pero también ampliado gracias a las labores de difusión científica, ambiental y sanitaria que se realizan en la actualidad. La red de información que Patrick Luganda preside y que tiene su sede principal en Kampala (Uganda) cuenta con la colaboración del Centro de Nairobi (Kenia) y de la Organización Meteorológica Mundial. Esta red de complicidades tiene por objetivo utilizar la comunicación científica como una herramienta para el desarrollo.
Luganda insistió en que en un futuro no muy lejano las condiciones climáticas van a suponer un factor decisivo para nuevas e importantes migraciones de seres humanos en busca de mejores condiciones de vida, aunque considera que este fenómeno ya se está dando en buena parte del mundo.
Cuando no se tiene nada y no se puede contemplar un futuro, la desesperación lleva a intentarlo todo para alcanzar algo tan básico como la simple supervivencia, y esto ya sucede en grandes áreas de África.
¿Qué podemos hacer los que vivimos en condiciones de suficiencia, incluso de abundancia? Patrick Luganda fue muy explícito: mejorar los canales de comunciación y de educación. La mejor forma de ayudar a África es posibilitar que sus habitantes puedan desarrollar sus capacidades in situ. A nadie le gusta emigrar, forzado por la evidencia del "mañana no tendré nada que comer" o porque no se puede luchar contra las enfermedades endémicas que incrementan su prevalencia por la creciente variabilidad climática.
Comunicar y educar son las claves para darle la vuelta al problema de África, que acabará siendo un problema de todos.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Bushido vs Caballería europea




Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la globalización, como ya comenté en alguna de mis entradas anteriores, es la dificultad de identificarnos con el resto de países, pues las diferencias que nos separan son muy llamativas.
Sin embargo, las similitudes que nos unen, aunque no son tan obvias, sí que se encuentran enraizadas en lo más hondo de nuestra cultura. Un ejemplo claro lo encontramos en la cultura japonesa y la europea. En Europa, las bases culturales y, sobretodo, morales, las encontramos en el cristianismo y la caballería medieval. En Japón, hablaríamos de las ideas de Confucio y Mencio, así como del Bushido (el camino del samurai).
Pues bien, las enseñanzas morales de Cristo bien pueden compararse con las del filósofo chino y su pupilo, ya que ambas hablan de benevolencia, amor al prójimo, compasión, etc.
Por su parte, el Bushido y el código de caballería guardan también una similitud asombrosa (si observamos los preceptos de ambas vías, observamos que poseen los mismos), diferenciándose la caballería japonesa en el deber de lealtad, que posee un grado mucho mayor de compromiso, aunque la idea se muestre en ambos códigos.
Como vemos, aunque a priori las costumbres ajenas nos puedan parecer diferentes, incluso grotescas (como el Harakiri, por ejemplo), si hacemos una observación más detenida observamos que las raíces son profundas, y se entrelazan de tal manera, que en ocasiones cuesta diferenciar dónde está una o dónde la otra.

Triángulo invertido de ideas

Existe entre gran parte de artesanos, artistas y maestros, sobretodo de la época feudal, la tradición de tomar a un alumno como sucesor y enseñarle todos los conocimientos que ha ido almacenando el maestro durante toda su vida.
El problema es que en la mayoría de las ocasiones, el alumno no llegaba a conocer todos los secretos del maestro, debido al egoísmo del maestro, que recelaba del alumno o temía que llegara a superarle, o simplemente porque moría antes de que el aprendizaje hubiera finalizado.
La consecuencia de esto, es que un número de ideas caen en el olvido, perdiéndose para siempre. Así, si un maestro conocía 100 ideas, enseñaba a su alumno 90 y, éste, a su vez, enseñaba a su alumno 80, y así sucesivamente. Vemos claramente que, en pocas generaciones, la escuela queda desvirtuada con respecto al fundador.
Este problema ocurre mucho en las artes marciales, pues existen técnicas letales que sólo deben conocer aquellos cuyo grado de madurez moral sea muy elevada, pues en caso contrario podrían caer en manos malintencionadas. Por este motivo el maestro sólo las enseñaba a unos pocos privilegiados, o prefería que dicha técnica muriese con él, por temor a que se llegara a emplear de forma deshonesta. En otras ocasiones, el maestro moría en un duelo (muy comunes en esta época) sin haberle dado tiempo a revelar sus técnicas secretas a nadie. Estas cuestiones han dejado numerosas leyendas acerca de técnicas secretas casi milagrosas, como una de karate, que aseguraba que era capaz de infringir daño a un oponente con armadura, sin dañar ésta, ya que la fuerza del golpe era transmitida directamente al cuerpo del enemigo; u otra que aseguraba que se podía dañar ciertos órganos vitales, provocando la muerte a los tres meses.
Otro caso es la prohibición de la práctica en Japón de las artes marciales tras la Segunda Guerra Mundial, debido a que durante la guerra el país nipón había instado a los maestros marciales a sumarse a filas y aplicar sus conocimientos en favor del Eje. De este modo, las artes marciales fueron practicadas de forma clandestina, por lo que sólo había tiempo de entrenar aquellas técnicas más directas y eficaces, perdiéndose muchas técnicas que se habían utilizado hasta entonces.
Por éstos y otros motivos me parece vital la libre circulación de ideas, ya que, al no saber nunca qué nos deparará el mañana no sabemos cuándo nuestras ideas pueden caer en el olvido.

lunes, 5 de marzo de 2007

Compartir para avanzar

La idea de que el conocimiento que se comparte crece me parece bastante acertado, y me gustaría exponer varios ejemplos ilustrativos para dejar claras mis ideas:

Imaginemos una clase, donde el profesor ha puesto un examen. Ningún alumno es capaz de sacar un diez en el examen, sin embargo, entre todos han contestado correctamente a todas las preguntas. Si ese examen lo hubieran hecho todos los alumnos juntos, habrían sacado un diez, puesto que las ideas de todos en conjunto resolverían a la perfección la totalidad de las preguntas. Por tanto, todos juntos obtendrían mejor resultado que cada uno por separado.

Otro ejemplo que me parece bastante ilustrativo es el de dos personas de distintos países que han diseñado el mismo producto, pero cada uno por su lado. Imaginemos que cada uno dedica veinte horas mensuales a estudiar el producto para mejorarlo, de tal forma que en total se le dedican cuarenta horas mensuales a ese producto. Si ambos llegan a la misma innovación, realmente se está desperdiciando la mitad de horas de estudio, ya que el esfuerzo de uno eclipsa el del otro. Si desde un principio estos dos individuos se pusiesen en contacto, podrían dividirse esfuerzo o sumar sus descubrimientos, de tal modo que las innovaciones aparecerían en un periodo de tiempo más corto. Además, se ahorra esfuerzo e inversión, ya que si se trabaja por separado, el que primero dé con la nueva idea neutraliza el esfuerzo del otro, es decir, el esfuerzo de uno de los dos es malgastado por culpa de la incomunicación.

Espero haber dejado claro mi razonamiento con estas exposiciones, que creo que tienen una aplicación económica bastante clara.

jueves, 1 de marzo de 2007

¿Globalización en un mundo local?

Durante este curso quiero estudiar las posibilidades de la globalización en un mundo local, es decir, cómo es posible que mantengamos la identidad de cada región y a la vez vivamos globalmente sin que ello cree conflictos.
Creo que la primera idea a analizar es qué entendemos por globalización. Seguro que muchos opinarán que es la interacción entre distintos países pero, ¿qué países?. Si hace unos años se hablaba de las diferencias entre norte y sur, o entre occidente y oriente; hoy día casi parece obligado estudiar las diferencias entre países árabes y de origen cristiano. Estamos hartos de ser testigos en los distintos medios de comunicación de las grandes diferencias étnicas y sociales que abren una brecha entre las dos culturas y que dividen al mundo en "buenos y malos", dependiendo del lado de la frontera en que nos encontremos. Sin embargo, los países árabes no pueden ser objeto de aislamiento por parte del resto del mundo, debido a su riqueza natural, y sobretodo, a la dependencia energética que ahoga a la mayoría de países importadores de petróleo.
Sin embargo, pese a que la cuestión arriba mencionada es la más clara, estamos rodeados de ejemplos no tan lejanos. No hace mucho, y ya dentro de la UE, los camiones españoles eran asaltados en la frontera con Francia, ante la pasividad de las autoridades galas.
Parece que la globalización en la que estamos inmersos ofrece una única posibilidad de crecimiento, pasando por las distintas etapas de industrialización y desarrollo hasta llegar al perfil alcanzado por los más ricos. Cuando hablamos del desarrollo de cierta región, analizamos los distintos datos (desempleo, tasa de inflación, incremento del PIB, etc) y los comparamos con los de países más industrializados (es corriente oír, al referirse a un país en desarrollo, la frase "está al nivel de Alemania en los años 80", por ejemplo). Esto choca con la individualidad de cada país, creando un conflicto entre el desarrollo económico y el "porcentaje" de identidad que tienen que perder para alcanzarlo.
En definitiva, espero que para final de curso haber podido arrojar algo de luz ante estos interrogantes, pudiendo al fin responder a la pregunta de si la globalización impulsa a un desarrollo teleológico o cada país puede alcanzar unos niveles dignos de vida sin tener que perder su identidad histórica
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