miércoles, 28 de marzo de 2007
Teoría del conocimiento público
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Etiquetas: economía, teoría del conocimiento
Comunicación para el desarrollo
*Este artículo ha sido recogido del número 311 de la revista Muy interesante.
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Etiquetas: economía, teoría del conocimiento
miércoles, 14 de marzo de 2007
Bushido vs Caballería europea
Sin embargo, las similitudes que nos unen, aunque no son tan obvias, sí que se encuentran enraizadas en lo más hondo de nuestra cultura. Un ejemplo claro lo encontramos en la cultura japonesa y la europea. En Europa, las bases culturales y, sobretodo, morales, las encontramos en el cristianismo y la caballería medieval. En Japón, hablaríamos de las ideas de Confucio y Mencio, así como del Bushido (el camino del samurai).
Pues bien, las enseñanzas morales de Cristo bien pueden compararse con las del filósofo chino y su pupilo, ya que ambas hablan de benevolencia, amor al prójimo, compasión, etc.
Por su parte, el Bushido y el código de caballería guardan también una similitud asombrosa (si observamos los preceptos de ambas vías, observamos que poseen los mismos), diferenciándose la caballería japonesa en el deber de lealtad, que posee un grado mucho mayor de compromiso, aunque la idea se muestre en ambos códigos.
Como vemos, aunque a priori las costumbres ajenas nos puedan parecer diferentes, incluso grotescas (como el Harakiri, por ejemplo), si hacemos una observación más detenida observamos que las raíces son profundas, y se entrelazan de tal manera, que en ocasiones cuesta diferenciar dónde está una o dónde la otra.
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Etiquetas: bushido, economía, globalización
Triángulo invertido de ideas
Existe entre gran parte de artesanos, artistas y maestros, sobretodo de la época feudal, la tradición de tomar a un alumno como sucesor y enseñarle todos los conocimientos que ha ido almacenando el maestro durante toda su vida.
El problema es que en la mayoría de las ocasiones, el alumno no llegaba a conocer todos los secretos del maestro, debido al egoísmo del maestro, que recelaba del alumno o temía que llegara a superarle, o simplemente porque moría antes de que el aprendizaje hubiera finalizado.
La consecuencia de esto, es que un número de ideas caen en el olvido, perdiéndose para siempre. Así, si un maestro conocía 100 ideas, enseñaba a su alumno 90 y, éste, a su vez, enseñaba a su alumno 80, y así sucesivamente. Vemos claramente que, en pocas generaciones, la escuela queda desvirtuada con respecto al fundador.
Este problema ocurre mucho en las artes marciales, pues existen técnicas letales que sólo deben conocer aquellos cuyo grado de madurez moral sea muy elevada, pues en caso contrario podrían caer en manos malintencionadas. Por este motivo el maestro sólo las enseñaba a unos pocos privilegiados, o prefería que dicha técnica muriese con él, por temor a que se llegara a emplear de forma deshonesta. En otras ocasiones, el maestro moría en un duelo (muy comunes en esta época) sin haberle dado tiempo a revelar sus técnicas secretas a nadie. Estas cuestiones han dejado numerosas leyendas acerca de técnicas secretas casi milagrosas, como una de karate, que aseguraba que era capaz de infringir daño a un oponente con armadura, sin dañar ésta, ya que la fuerza del golpe era transmitida directamente al cuerpo del enemigo; u otra que aseguraba que se podía dañar ciertos órganos vitales, provocando la muerte a los tres meses.
Otro caso es la prohibición de la práctica en Japón de las artes marciales tras la Segunda Guerra Mundial, debido a que durante la guerra el país nipón había instado a los maestros marciales a sumarse a filas y aplicar sus conocimientos en favor del Eje. De este modo, las artes marciales fueron practicadas de forma clandestina, por lo que sólo había tiempo de entrenar aquellas técnicas más directas y eficaces, perdiéndose muchas técnicas que se habían utilizado hasta entonces.
Por éstos y otros motivos me parece vital la libre circulación de ideas, ya que, al no saber nunca qué nos deparará el mañana no sabemos cuándo nuestras ideas pueden caer en el olvido.
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Etiquetas: economía, teoría del conocimiento
lunes, 5 de marzo de 2007
Compartir para avanzar
La idea de que el conocimiento que se comparte crece me parece bastante acertado, y me gustaría exponer varios ejemplos ilustrativos para dejar claras mis ideas:
Imaginemos una clase, donde el profesor ha puesto un examen. Ningún alumno es capaz de sacar un diez en el examen, sin embargo, entre todos han contestado correctamente a todas las preguntas. Si ese examen lo hubieran hecho todos los alumnos juntos, habrían sacado un diez, puesto que las ideas de todos en conjunto resolverían a la perfección la totalidad de las preguntas. Por tanto, todos juntos obtendrían mejor resultado que cada uno por separado.
Otro ejemplo que me parece bastante ilustrativo es el de dos personas de distintos países que han diseñado el mismo producto, pero cada uno por su lado. Imaginemos que cada uno dedica veinte horas mensuales a estudiar el producto para mejorarlo, de tal forma que en total se le dedican cuarenta horas mensuales a ese producto. Si ambos llegan a la misma innovación, realmente se está desperdiciando la mitad de horas de estudio, ya que el esfuerzo de uno eclipsa el del otro. Si desde un principio estos dos individuos se pusiesen en contacto, podrían dividirse esfuerzo o sumar sus descubrimientos, de tal modo que las innovaciones aparecerían en un periodo de tiempo más corto. Además, se ahorra esfuerzo e inversión, ya que si se trabaja por separado, el que primero dé con la nueva idea neutraliza el esfuerzo del otro, es decir, el esfuerzo de uno de los dos es malgastado por culpa de la incomunicación.
Espero haber dejado claro mi razonamiento con estas exposiciones, que creo que tienen una aplicación económica bastante clara.
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Etiquetas: economía, teoría del conocimiento
jueves, 1 de marzo de 2007
¿Globalización en un mundo local?
Durante este curso quiero estudiar las posibilidades de la globalización en un mundo local, es decir, cómo es posible que mantengamos la identidad de cada región y a la vez vivamos globalmente sin que ello cree conflictos.
Creo que la primera idea a analizar es qué entendemos por globalización. Seguro que muchos opinarán que es la interacción entre distintos países pero, ¿qué países?. Si hace unos años se hablaba de las diferencias entre norte y sur, o entre occidente y oriente; hoy día casi parece obligado estudiar las diferencias entre países árabes y de origen cristiano. Estamos hartos de ser testigos en los distintos medios de comunicación de las grandes diferencias étnicas y sociales que abren una brecha entre las dos culturas y que dividen al mundo en "buenos y malos", dependiendo del lado de la frontera en que nos encontremos. Sin embargo, los países árabes no pueden ser objeto de aislamiento por parte del resto del mundo, debido a su riqueza natural, y sobretodo, a la dependencia energética que ahoga a la mayoría de países importadores de petróleo.
Sin embargo, pese a que la cuestión arriba mencionada es la más clara, estamos rodeados de ejemplos no tan lejanos. No hace mucho, y ya dentro de la UE, los camiones españoles eran asaltados en la frontera con Francia, ante la pasividad de las autoridades galas.
Parece que la globalización en la que estamos inmersos ofrece una única posibilidad de crecimiento, pasando por las distintas etapas de industrialización y desarrollo hasta llegar al perfil alcanzado por los más ricos. Cuando hablamos del desarrollo de cierta región, analizamos los distintos datos (desempleo, tasa de inflación, incremento del PIB, etc) y los comparamos con los de países más industrializados (es corriente oír, al referirse a un país en desarrollo, la frase "está al nivel de Alemania en los años 80", por ejemplo). Esto choca con la individualidad de cada país, creando un conflicto entre el desarrollo económico y el "porcentaje" de identidad que tienen que perder para alcanzarlo.
En definitiva, espero que para final de curso haber podido arrojar algo de luz ante estos interrogantes, pudiendo al fin responder a la pregunta de si la globalización impulsa a un desarrollo teleológico o cada país puede alcanzar unos niveles dignos de vida sin tener que perder su identidad histórica.
Publicado por Iván Poveda Ramírez en 2:01 1 comentarios
Etiquetas: economía, globalización