lunes, 5 de marzo de 2007

Compartir para avanzar

La idea de que el conocimiento que se comparte crece me parece bastante acertado, y me gustaría exponer varios ejemplos ilustrativos para dejar claras mis ideas:

Imaginemos una clase, donde el profesor ha puesto un examen. Ningún alumno es capaz de sacar un diez en el examen, sin embargo, entre todos han contestado correctamente a todas las preguntas. Si ese examen lo hubieran hecho todos los alumnos juntos, habrían sacado un diez, puesto que las ideas de todos en conjunto resolverían a la perfección la totalidad de las preguntas. Por tanto, todos juntos obtendrían mejor resultado que cada uno por separado.

Otro ejemplo que me parece bastante ilustrativo es el de dos personas de distintos países que han diseñado el mismo producto, pero cada uno por su lado. Imaginemos que cada uno dedica veinte horas mensuales a estudiar el producto para mejorarlo, de tal forma que en total se le dedican cuarenta horas mensuales a ese producto. Si ambos llegan a la misma innovación, realmente se está desperdiciando la mitad de horas de estudio, ya que el esfuerzo de uno eclipsa el del otro. Si desde un principio estos dos individuos se pusiesen en contacto, podrían dividirse esfuerzo o sumar sus descubrimientos, de tal modo que las innovaciones aparecerían en un periodo de tiempo más corto. Además, se ahorra esfuerzo e inversión, ya que si se trabaja por separado, el que primero dé con la nueva idea neutraliza el esfuerzo del otro, es decir, el esfuerzo de uno de los dos es malgastado por culpa de la incomunicación.

Espero haber dejado claro mi razonamiento con estas exposiciones, que creo que tienen una aplicación económica bastante clara.

1 comentario:

Economía de la Globalización dijo...

Están muy bien los ejemplos. Hoy Internet permitiría la creación de comunidades o redes sociales entre personas con los mismos intereses. El desarrollo del open source es un caso que viene a confirmar el compartir para avanzar.