miércoles, 9 de enero de 2008

Estoria: Día 3.2

Sukone, gran orador genso, llevaba mucho tiempo planeando esta visita. Sabía que la reunión de hoy era fundamental para diseñar una estrategia de ataque contra los azules. Lo más difícil iba a ser convencer a los Grandes Oradores de la necesidad imperativa de un ataque, que éste era el momento y que no se podía demorar más si querían ser fieles a su causa. Sukone era el encargado de dirigir a los Defensores gensos, los encargados de defender a los Grandes Oradores. Se trataba de un hombre de unos sesenta años, alto, delgado y de mirada severa; era un gran manipulador, frío y huraño. Muchos de los Grandes Oradores desconfiaban de él por sus métodos y su odio por los azules.
Al mediodía comenzó la reunión. Una piedra circular, de unos dos metros de diámetro, con la superficie alisada, hacía las veces de mesa; los miembros estaban situados alrededor, sentados en unos cojines hechos de algodón y seda. La reunión estaba formada por Sukone, Gran Orador genso; Kok, el jefe del ejército bukonio; y dos representantes de la Asamblea de Sabios bukonia. Tras los saludos y ofrendas típicas de este tipo de encuentros pasaron sin demasiada dilación al asunto principal. El primero en hablar fue Kok.
-No podemos permitir que se siga aniquilando la tierra de una forma tan indolente. Pray debe ser defendida; además, sus acciones ya han arribado a nuestras tierras: la Cordillera Frontera está comenzando a sufrir la desertización debido a la tala de árboles; y el Mar Tranquilo arrastra desde hace tiempo bolsas de alquitrán y desperdicios que ellos arrojan desde sus ciudades.
-Y a eso hay que añadir la falta de formalidad en sus relaciones diplomáticas. Jamás han escuchado nuestras protestas, y los lijones ni siquiera han recibido a nuestros embajadores- Sukone rompió su silencio para secundar las palabras de Kok.
-Pero no podemos comenzar una guerra contra nuestros vecinos sin haber antes agotado todas las vías posibles- dijo uno de los Sabios. Era un hombre bastante mayor, con una larga melena castaña.
-¿Qué más vías quedan por agotar?- agregó el otro Sabio, bastante más joven que el primero-. durante dos generaciones hemos estado esperando un descenso en su nivel de contaminación, y sólo hemos conseguido malgastar un tiempo valioso.
-El verdadero problema es Lijón. Teloria ya ha comenzado un plan de reducción de la contaminación y de desarrollo sostenible- argumentó el Sabio de mayor edad.
-¿Desarrollo Sostenible? Ese plan sólo sirve para acallar sus conciencias y nuestras quejas-. Sukone tomó la palabra- Matan menos animales y talan menos árboles, sí, pero la finalidad sigue siendo banal. Continúan vistiéndose con pieles sólo por lujo, excavan las minas en busca de minerales que sólo aprecian por su aspecto. Para ellos sostenible sólo es una forma barroca de referirse a su agitado consumo, porque un árbol simplemente es algo que les sirve para fabricar una mesa. No distinguen la vida ni sienten respeto por ella. ¿Acaso tú considerarías sostenible el asesinato de animales por una mera cuestión estética?- las palabras de Sukone sonaron enérgicas, llenas de una pasión tal que consiguieron que el Sabio más mayor agachara la cabeza y se quedara pensativo, con una expresión de desaliento en su rostro, como si supiera que tenía razón en sus palabras, pero ya no supiera el porqué.
-Mi obligación es la de defender a nuestro pueblo, y también a la tierra donde nació. En el continente Azul han perdido el respeto por la naturaleza, la están destruyendo y nosotros mismos nos estamos viendo afectados por sus acciones-. Kok aprovechó la vacilación del Sabio para hurgar más en su conciencia- Cuando acepté mi cargo sabía de sus responsabilidades y obligaciones, no puedo hacer como si todo esto no estuviera pasando-. En ese momento se levantó y dio un golpe a la mesa- Decidido, mañana comenzaremos a preparar el ataque.

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