miércoles, 2 de abril de 2008

Estoria: Día 4

Desde bien temprano habían comenzado a preparar la estrategia de asalto a Lijón y Teloria. Sukone optaba por atacar primero el país vecino, a través de la Cordillera Frontera, para más tarde abordar a los lijones. Pero Kok tenía otro plan:
-Debemos lanzar una flota hacia cada puerto a la vez. Así evitaremos que Lijón pueda ser informada y les dé tiempo a reaccionar. Somos conscientes de que sus armas son más avanzadas que las nuestras, por lo que si nos están esperando perderemos toda opción de victoria. Además, sus puertos están desprotegidos, llevan demasiado tiempo sin conocer una guerra, ya no tienen enemigos naturales, por lo que la vigilancia es mínima en esa zona. Sin embargo, aún guardan en Teloria varios hangares con armamento en el puerto, que podremos saquear para conseguir armas y desnivelar la balanza a nuestro favor. El mayor problema será llegar hasta el puerto sin ser detectados y atacados.
-Por eso no te preocupes- dijo Sukone- hace una semana conseguí abordar tres barcos telorios. Son barcos comerciantes, por lo que no llevaban armas a bordo, pero son muy grandes, en total podemos esconder en ellos a cerca de cuatrocientos hombres, que servirán de avanzadilla. Una vez que lleguen al puerto, desembarcarán rápidamente; en medio del caos será fácil apoderarse de los barcos de guerra telorios atracados en el puerto y el resto de la flota llegará sin demasiados problemas. Una vez tomado el puerto y con las nuevas armas, nos haremos con el control de Ciudad Cabo y destruiremos el polígono industrial. De esta manera Teloria no tardará en caer.
-Pero podrán atrincherarse en Ciudad Central.
-Eso no es problema, ¿Cuánto tiempo podrán aguantar sin comida y sin energía? Es más, buena parte del agua la consiguen de la desalinizadora situada cerca del puerto, que una vez tomado éste no será difícil de destruir. El único problema será hacerse con el control de Ciudad Mar, pero es un núcleo muy pequeño que no tendrá demasiada dificultad el atacarlo.
Kok estaba asombrado por la astucia de su compañero. Con él al lado, todo se tornaba más sencillo. Pero aún quedaba el problema de Lijón.
-Lijón será mucho más complicada que Teloria de conquistar-. Recordó Kok a su amigo genso- Su policía privada está muy bien preparada, y su polígono industrial está mucho más protegido.
-Es cierto, pero su puerto es más débil que el telorio. La policía de allí sólo se preocupa de proteger a Masid y a su empresa, el puerto apenas sirve para comerciar con Teloria y para unos pocos pescadores. Y una vez derrotados a los Comerciantes será mucho más simple hacerse con el control de Lijón, ya que podemos atacar desde el río Claro para desestabilizarlos, mientras nos hacemos con el puerto-. Sukone exponía su plan como si llevara toda la vida meditándolo- La población lijona es cada vez menor, gracias a la política de segregación de Masid, por lo que nos enfrentamos a un pueblo de unos ochocientos a mil habitantes, incluidos ancianos y niños. Y la defensa es simplemente urbana, no está preparada para una guerra.
Una vez preparado el plan, ya sólo quedaba entrenar a los hombres para que todo resultara un éxito y no quedara nada a la improvisación. Ambos acordaron reunirse con todo su ejército la siguiente semana, por lo que Sukone regresó a Gensa para comenzar a ultimar los detalles.

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